Bioarte

Al hablar de bioarte es imposible dar una sola definición, ya que existen varias posturas. Esto se debe a que el concepto de bioarte está en cambio constantemente. Según Jens Hauser, en un principio se denominaba bioarte a aquellas obras que estaban basadas en producciones digitales de arte genético y vida artificial, inspiradas en los estudios de las ciencias biológicas. Tiempo después fue ganando terreno la idea de un arte viviente, dado a la incorporación de la práctica y los productos de la biología húmeda. Estas diferentes etapas del bioarte, según Hauser, pueden ser divididas en cuatro tópicos: simulación, rematerialización, performance y conceptualización.

Simulación

En un comienzo los artistas para realizar obras utilizaban simulaciones a través de softwares que permitían la simulación de sistemas biológicos. Luego algunos artistas comenzaron a dejar estas simulaciones para empezar a trabajar con materiales orgánicos, mediante técnicas de transgénesis y clonación.

Rematerialización

Las obras producidas de bioarte se presentan ante el espectador como objetos reales, con toda una base científica y biológica detrás, pero también el creador de la obra la aleja de lo real al darle un sentido, transformándolo en un objeto estético metafórico.

Performance

Las obras de bioarte tienen una estrecha relación con lo performático. En estas el artista debe realizar ciertas cosas, por ejemplo insertarse un chip, o relacionarse de determinadas maneras con los objetos biológicos. Es por este aspecto performático que las obras deben ser vistas en vivo o grabadas, no hay otra opción de ver la obra.

Conceptualización

En las obras de bioarte no se buscar resaltar el aspecto técnico de la obra. Lo que los artistas buscan en general es la de criticar ciertos aspectos sociales o culturales, utilizando la ciencia y la biología como medio para llegar a estos conceptos.