Emicon Langer

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Emicon Langer
                       
Autor/esNicholas Langer y John Halmagyi
Año1930
País de Origen Estados Unidos
Principio de Funcionamiento Lámparas de descarga luminiscente



Instrumentos electrónicos Instrumentos electrónicos


Descripción sintética

El Emicon es un teclado creado por los ingenieros húngaros Nicholas Langer y John Halmagyi en el año 1930, en Estados Unidos.

El mismo consistía en un teclado monofónico que contaba con 32 teclas con la característica de usar el mismo tipo de tecnología de oscilador de tubo de vacío heterodinámica que ya se había usado con el Thereminvox. La diferencia es que este, como detalla Langer en la ficha de patente oficial, no posee válvulas termoinómicas, como acostumbraban algunos instrumentos de la época y anteriores, sino lámparas de descarga luminiscente ("glow-discharge lamps") a través de tubos de gas de neón. Aquellos ocupaban mucho espacio y eran muy costosos, además de no producir buenos armónicos. Con estos, en cambio, los costos se abarataban y producían buenos armónicos producto de ondas dientes de sierra -y no de ondas sinusoidales, como ocurría en la mayoría de los casos.

Diagrama de funcionamiento del Emicon. Extraído de la ficha de patente del invento.
Diagrama de funcionamiento del Emicon. Extraído de la ficha de patente del invento.

Contexto histórico

Este invento surge en una época atravesada por la constante invención de instrumentos electrónicos, que deben su desarrollo al tubo de vacío o válvula termoiónica. La misma permitía el control de los electrones en espacios vacíos, con baja a presión o poblados por gases (como ocurre en este caso). Entre ellos, las ondas de Martenot (1928), el Trautonium (1930) o el Mellertion (1933).

Principio de funcionamiento

El mecanismo de funcionamiento consistía en un plasma formado por una corriente eléctrica a través de su paso por un gas noble -en este caso, como se aclaró, el neón. Al saturar los electrodos con dicho gas, antes de que la lámpara se sellara, la constancia de las oscilaciones se mantenía. La influencia de los campos electrostáticos y la temperatura se eliminaban gracias a láminas de metal que rodeaban las lámparas.

Referencias