Prosa
{{Figuras Retóricas
|nombre=Prosa
|alias=Préstamo (s. XIII) del latín prosa
|instancia de=Figuras Retóricas
|subclase=Que va en linea recta
|definición=Sustantivo femenino. Se refiere a aquella forma de expresión lingüística que contrario a la poesía, no comprende su ritmo, formas fijas y cadencia, por esto se suele emplear para desarrollar conceptos. También puede comprender la reunión de obras literarias que o bien son escritas por un/a mismo/a autor/a, o bien hacen parte de una época o están en una lengua específica.
|recursos=Ha resultado una herramienta vital para el pensamiento abstracto. De acuerdo a su contenido podemos diferenciar tres tipos de prosa: coloquial (se trata de un discurso no elaborado y que se expresa usualmente de forma oral), elaborada no literaria (comprende todas aquellas producciones que no tengan intención literaria, como por ejemplo: la prosa periodística, científica, ensayística, jurídica, etc.), y la elaborada literaria (cuya intensión es netamente artística, sea poética, narrativa o teatral).
Una de las prosas más conocidas es la prosa poética, ya que se trata de el segundo tipo de obras y líricas que hay, se caracteriza por contar sí con elementos propios de la poesía como, la actitud lírica, el objeto y tema, y el/la hablante lírico/a, pero con la gran diferencia de que no responde a las formas de métrica y rima típicas del verso.
|ejemplos textuales=Prosa del observatorio- Julio Cortázar (Fragmento)
ESA HORA que puede llegar alguna vez fuera de toda hora, agujero en la red del tiempo, esa manera de estar entre, no por encima o detrás sino entre, esa hora orificio a la que se accede al socaire de las otras horas, de la incontable vida con sus horas de frente y de lado, su tiempo para cada cosa, sus cosas en el preciso tiempo, estar en una pieza de hotel o de un andén, estar mirando una vitrina, un perro, acaso
teniéndote en los brazos, amor de siesta o duermevela, entreviendo en esa mancha clara la puerta que se abre a la terraza, en una ráfaga verde la blusa que te quitaste para darme la leve sal que tiembla en tus senos,
y sin aviso, sin innecesarias advertencias de pasaje, en un café del barrio latino o en la última secuencia de una película de Pabst, un arrimo a lo que ya no se ordena como dios manda, acceso entre dos ocupaciones instaladas en el nicho de sus horas, en la colmena día, así o de otra manera (en la ducha, en plena calle, en una sonata, en un telegrama) tocar con algo que no se apoya en los sentidos esa brecha en la sucesión, y tan así, tan resbalando, las anguilas, por ejemplo, la región de los sargazos, las anguilas y también las máquinas de mármol, la noche de Jai Singh bebiendo un flujo de estrellas, los observatorios bajo la luna de Jaipur y de Delhi, la negra cinta de las migraciones, las anguilas en plena calle o en la platea de un teatro, dándose para el que las sigue desde las máquinas de mármol, ese que ya no mira el reloj en la noche de París;
|ejemplos en video=[[1] }}