Redefinid@s
CULTURA DEL BIEN
Redefinid@s
Ideal
Camino a la autosustentabilidad
Valores
Humildad, comunidad y servicio. Convivencia armónica del ser en el entorno, “conciencia ecològica”.
Herramientas
Empatía, conciliación, tribu (sociedad horizontal), deconstrucción, experiencia y observación.
Redefinid@s
Compartir, Conservar y aprovechar
La cultura del bien, es una “nación” que no tiene fronteras. Constituida por individuos y territorios de distintos orígenes, con distinta composición étnica, diferentes costumbres, pero un denominador común, una idea que los unifica: transitar el camino al ser auto-sustentable, con la humildad del alumno universal como premisa principal, en paz y armonía con uno mismo y el entorno.
La distancia física deviene secundaria cuando lo que acerca y conecta a cada uno de los habitantes de esa gran “Nación” es un valor e ideal que trasciende fronteras. Los vínculos pueden ser físicos pero, si la cercanía física es un obstáculo por el motivo que fuere, los habitantes de esta tribu utilizan los medios tecnológicos a disposición para compartir sus propuestas, aprendizajes, recursos. El denominador común es la concreción del "bien", en las distintas actividades que realiza el ser diariamente.
Para esto es necesario, debido a las limitaciones del lenguaje, de-construir y re-definir los términos básicos para entender la idea. Entonces, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de hacer las cosas bien? o ¿que es el bien para nosotr@s?. En primera instancia consultamos el diccionario RAE(Real Academia Española): "1. m. Aquello que en sí mismo tiene el complemento de la perfección en su propio género, o lo que es objeto de la voluntad, la cual ni se mueve ni puede moverse sino por el bien, sea verdadero o aprehendido falsamente como tal.". Es evidente que la definición es ambigua, por lo menos. Con lo cual, nuestra tarea es repensar el termino desde el concepto. Es ahí, en la de-construcción del bien, donde adoptamos una noción del bien mas clara y menos moral. Al citar el concepto que Platón expresa en su libro "República"; "el mal es todo lo que destruye y corrompe, y el bien lo que conserva y aprovecha". De este modo conciliamos con el termino re-definido y lo utilizamos en pos de construir una idea que represente una cosmovisión.
Partiendo de esa base esta "Tribu-Nación" busca el "bien" Platónico: "Conservar y aprovechar", en las distintas actividades que realiza diariamente. Tanto en la convivencia interna como en la convivencia externa hacer el bien. En este sentido, ¿hacemos las cosas bien?. Es posible que las otras especies del planeta sean consientes del Edén que habitan, y sea por ello que no corrompen ni destruyen. Contrariamente, sus acciones conservan y aprovechan. ¿En que lugar nos deja esta reflexión.
El camino a la sustentabilidad como premisa; la humildad del aprendiz, la empatía y la ayuda comunitaria como valores trascendentes de cada uno de los miembros de esta tribu. El convencimiento de que, si bien la autosustentabilidad total implica la prescindencia de cualquier ser u objeto, el camino hacia ella es transitado en comunidad. En comunidades en donde cada uno de sus miembros es consciente de ser, por su mera calidad de humano, “un cúmulo de incapacidades” y, como tal, imposible de alcanzar los niveles de eficacia y eficiencia que se pueden concretar en conjunto. En comunidades en donde la filosofía ubuntu se enarbola, convencidos de que la felicidad propia es imposible si no se concreta la felicidad ajena. En comunidades en donde las incapacidades propias se ven complementadas con las capacidades ajenas y viceversa. Tribu en donde el “nosotr@s” trasciende al “yo”, donde la primer pregunta es “¿qué necesitamos?”, y no “¿qué necesito?.
Bajo esta esta cosmovisión, este paradigma, tod@s son bienvenid@s. Si esos valores (humildad del aprendiz, empatía, solidaridad, generosidad), ese ideal (camino a la autosustentabilidad), y esas herramientas (tribus, sociedad horizontal), se expresan, los detalles negativos de su ejercicio son intrascendentes; quizá esos detalles sean justamente ego.
En este contexto, los auto proclamados Redefinid@s se plantean el aprendizaje como un intercambio de conocimientos y no como algo unidireccional, en sentido “desde arriba” verticalmente. El conocimiento, asimismo, se entiende infinito. Al ser así, no se puede hablar de miembros con “más o menos" conocimiento. No hay miembros de esta cultura que sepan “más o menos” que otr@s, sino que cada uno tiene “consigo” una porción distinta de ese infinito conocimiento. Distintas, compatibles y sumamente enriquecedoras para cada miembro, con la potencialidad que a la comunidad le da ese enriquecimiento de cada uno de sus componentes.
“Creo que un día estuve en una comunidad de la cultura del bien. Se los escuchaba decir frases como “contame que quiero aprender” o “vamos a ver cómo se comporta”.
Los valores, el ideal y las herramientas de la cultura del bien, desconocen de juicio de valor. La premisa budista de “si uno quiere aprender, tod@s son maestr@s”, es quizá consecuencia necesaria de la humildad del aprendiz. ¿Desde qué lugar uno puede ejercer la humildad del aprendiz si emite un juicio de valor respecto de los conocimientos de alguna persona? ¿Qué tanto limito mi capacidad de aprender si, de antemano, concluyo que tal persona “sabe poco” de algo? La cultura del bien, como se dijo, pregona la comunión en el ideal, los valores y las herramientas! Si ellos son carne, el resto de los detalles son intrascendentes.
De-construir-Se
“La hegemonía discursiva selecciona arbitrariamente sólo una de las infinitas raíces que dan esencia al concepto”
La cultura del bien quizá implica necesariamente este proceso intelectual, ya sea consciente o inconscientemente. Para que los procesos ocurran no es necesaria la consciencia o voluntad sobre ellos: uno puede cuestionarse formas de proceder sin esquematizar ese proceso. Puedo, desde la práctica, llevar a cabo acciones contraculturales, sin siquiera conocer la existencia del concepto “contracultura”, por ejemplo.
La deconstrucción, tal como la propone Jacques Derrida, plantea un análisis de las estructuras que componen el discurso. Es un proceso que busca hurgar no solo por las raíces del árbol de determinado concepto, sino por aquellas ramas “olvidadas”. El tronco de ese árbol puede asimilarse al concepto en sí: visible, sólido, fuerte, con capacidad de contener todas las ramas. Las ramas son, entonces, todas aquellas nociones que se derivan de ese tronco. También son visibles y evidentemente ligadas a esa idea madre o tronco. La labor intelectual para concluir en la pertinencia de esas ideas (ramas) que se derivan de ese concepto (tronco) es tan evidente como la visualización de esas ramas saliendo del tronco: con solo mirarlas se advierte el origen de ellas; no obstante, sólo unas pocas ramas son adoptadas como devenir necesario del concepto, más allá de la evidente unión de todas ellas con el tronco.
Hacia abajo, las raíces, invisibles a simple vista, infinitas ellas y con infinitas ramificaciones cada una. De ellas, la génesis del tronco. Del juego de todas ellas, y de todos sus infinitos brazos, el nacimiento del tronco, del concepto.
Ahora bien, la deconstrucción implica este proceso de reflexión sobre aquellas raíces olvidadas, y la profundización respecto del origen mismo de aquella raíz arbitrariamente seleccionada por la hegemonía discursiva.
Así, no solo nos “olvidamos” de miles de raíces que dan esencia al concepto, sino que, tampoco profundizamos en las infinitas sinapsis de aquella raíz que hegemoniza la génesis del tronco. El proceso intelectual de reflexión respecto de la raíz seleccionada se corta en un punto dado y, desde allí, arbitrariamente, se construye.
El proceso de deconstrucción se podría ilustrar como la reivindicación de todas las raíces o, cuanto menos, de aquellas que sean cognoscibles. Deconstruir implica despojarse de aquella estructura que la cultura le brindó al concepto, y analizar estas nuevas implicancias (ramas) que se tornan evidentes ante la construcción desde raíces distintas a las seleccionadas por la cultura.
Todas las ramas no pueden encontrar su razón de ser en una sola raíz. La raíz seleccionada no goza de idoneidad a fines de dar sustrato a todas las ramificaciones derivadas del concepto. Cierta lógica propone que, seleccionada una raíz de las infinitas, una de las infinitas ramas, será aquella que cierre un sistema no-contradictorio.
Ahora bien, ¿qué pasa con las raíces de ese tronco? Quizá en ellas se ilustra el proceso de deconstrucción. El concepto, cual sea, está plagado de raíces. La cultura, la hegemonía del discurso, no solo adopta una sola de ellas como cimiento del tronco, sino que, seleccionada una sola, solo accede a cierta profundidad en esa raíz. Se limita el análisis de ella a solo una parte de la misma, desconociendo dos extremos: por un lado, todo el desarrollo de la raíz, más allá de ese punto en donde se “corta” el análisis y, por otro lado, y principalmente, se desoye el continuo, infinito y actualizable permanentemente, desarrollo de esa raíz hacia sitios más profundos. Esa raíz, al igual que todas las demás, jamás dejan de modificarse, de extenderse, de encontrar sitios cada vez más remotos. Si sacamos dos fotos de una misma raíz, esas placas no van a ser iguales.
El proceso de deconstrucción, entonces, se encarga de revisar todas aquellas raíces que confluyen para la formación del tronco, del concepto. De esta manera se puede demostrar que la claridad aparente de un concepto, con sus implicancias, quizá no sea tal.
Podría decirse que es una especie de crítica de los conceptos. Conceptos de los cuales, en este contexto, (por ahora) no podemos prescindir por ser una herramienta comunicacional más que arraigada. La deconstrucción implica un proceso de revisión profunda de todas nuestras definiciones. Deconstruir implica el análisis de la génesis e implicancias, que se dan por ciertos sin más, que subyacen detrás de cualquier concepto. Encontrar cuales fueron los mecanismos puestos en marcha para que hoy actuemos de una determinada manera, o adoptemos determinada idea.
Despojarse de aquellas premisas que fuimos receptando en esta estadía física por este mundo resulta indispensable para internalizar aquellos valores que se presentan como fundacionales de la Cultura del Bien. ¿Qué noción tenemos del concepto de humildad?, ¿Qué cualidades tiene el alumno universal?, ¿Apuntamos a ser profesores o aprendices?
Algunas ramificaciones re-enraizadas:
EL ser autosustentable.
Se busca la reconfiguración cultural del ser, revalorizando los recursos y tareas que realmente son imprescindibles. Replantear cada actividad en línea con la idea autosustentable. Evaluando calendario, costumbres, himnos a partir de las nuevas tecnologías y avances científicos, en cada disciplina, para el aprovechamiento de los recursos y el desarrollo amigable de las actividades con el ecosistema.
Los conocimientos acumulados por la humanidad, al alcance de la mano, y la observación y experiencia que plantea la permacultura abre el juego a los Redefinid@s en busca de una convivencia armónica con el entorno. El dinero pierde valor como fin en si mismo y solo es un medio para el intercambio de los pocos recursos que la industria puede proveer en linea con el cuidado ecológico. Mas aún, en la sencillez y austeridad radica la virtud del ser autosustentable;"Millonario no es quien mas tiene, sino quien menos necesita".
El acceso a los recursos naturales es impresindible para el desarrollo del ser autosustentable. Este lo provee la tribu. En ella la sinapsis energética encastra las piezas a la perfección. Increiblemente las carencias de un@s se complementan con las virtudes de otr@s y los recursos aparecen. A la vez los Redefinid@s son nómades y se mueven todo el tiempo en busca de situaciones favorables para la supervivencia.
La Tribu
Como consecuencia de los últimos años de globalización estamos transitando una fusión cultural sin precedentes. Generaciones de nómades y viajeros se arrojaron al mundo y hoy las culturas humanas se aproximan en un diálogo más simpático y sincero. ¿A quien le importa la procedencia, sabiendo que todos tenemos las mismas necesidades?.
Refundar el viejo concepto de tribu con los nuevos cánones de comunicación y tecnologías afines, para una difusión integral de la cultura del bien es vital. El acceso a medios de comunicación masivo, nos posibilita una rápida y eficaz herramienta para las nuevas conexiones. Las redes sociales, pasan a ser un motor de conexión y creación continuo y sin fronteras, lo que posibilita que la cultura del bien se expanda en otros territorios.
La tribu electrónica, tribu en red, nos invita a compartir y construir conocimiento con-utilizando las culturas humanas (lenguajes, artes, ciencias y tecnologías) para la conexión e intercambio de ideas, recursos y tareas afines a la tribu, facilitando conexión entre recursos y energía vital.
El Camino
"¿que hago?,¿que necesita el otro?,¿que tengo para aportar?"
Los redefinid@s buscan una alternativa al sistema actual, que pueda convivir y desarrollarse dentro de este. Nuevo paradigma de la sociedad, con atributos de las culturas de intercambio de la historia mundial. Creemos que con el avance del imperialismo se perdieron culturas, civilizaciones y conocimientos valiosos para la humanidad. Por ello, es fundamental estudiar y reutilizar los conocimientos de las tribus ancestrales de América Latina y otros pueblos que aporten alternativas ya probadas de supervivencia, en paz y armonía. Por otro lado revalorizar los sucesos naturales y las medicinas mal llamadas “alternativas”. Sabemos que la naturaleza y el universo proveen lo necesario para la estadía del humano en la tierra.
“Todas las hojas son del viento, todas las semillas de la tierra”, se comentaban en la tribu.
Reciclado, aprovechamiento y cuidado del ecosistema. El aprovechamiento de los recursos debe ser consciente y solidario. Son pocas las necesidades ineludibles de la tribu humana y muchos los recursos que brinda la tierra, tantos que alcanza y sobra para que todos vivamos bien. No podemos apropiarnos de lo que no nos pertenece, pero sí podemos utilizarlo, como el hornero utiliza el barro para su casa, o los caballos beben el agua. Una cosa es la apropiación de los recursos, y otra es su conservación y aprovechamiento. En fin, son las demás especies que habitan el mundo las que dan un ejemplo óptimo de aprovechamiento y convivencia amigable con el entorno. En este marco la re-utilización de los recursos y el reciclado son prácticas habituales para la cosmovisión y forma de vida de los redefinid@s.
Expresión del "Ser"
Somos Dioses del Edén o esclavos del Infierno, soy lo que quiero ser...
“Si el arte es conmoción, y tod@s tenemos la capacidad de conmover tod@s somos arte”, se escuchó decir al Chaman de la tribu.
Las artes se de-construyen y reconstruyen con la re-significación de los materiales que previamente llevan una carga simbólica y referencial. De esta manera se toman materiales conocidos para buscar nuevas relaciones con el entorno estético.
La belleza emana del buen vivir que implica además del cuidado físico, psíquico y espiritual del ser, construir relaciones sanas con el exterior (otras personas y el ecosistema), con lo cual, es imprescindible el cuidado del entorno para una permanencia empática y saludable. Por otro lado se expresa el ser libre y de-construido: libre de relaciones posesivas de compromiso y poder. En esta cultura no hay propiedades ni compromisos interpersonales, el rompimiento de los roles jerárquicos y el compañerismo del equipo dan lugar a una sociedad transparente que acepta al humano como es, sin tener que maquillar ni ocultar ninguno de sus rasgos.
“Libertad es hacer lo que se siente, sin molestar a nadie que no quiera ser molestado.”
Es evidente que hay características intrínsecas a todos los seres humanos y es allí, en esa conjunción de características, donde se rompe con la segmentación y división cultural dando lugar a la fusión de expresiones que antes no podían coexistir. En las sesiones itinerantes, la comuna se expresa en texturas artísticas que involucran varias disciplinas. En este crisol de razas y culturas que se funde con el fuego sagrado, da lugar a fiestas con genes dionisíacos y grotescos, que fusionan las artes y los géneros del mundo.
En esta búsqueda de expresión libre, como predijo el compositor Helmut Lachenmann; el trabajo del compositor, es enfrentarse a las expresiones musicales prefabricadas para de-construirlas para re-significarlas nuevamente. La idea es expresarse lo mas libre posible de los contextos previamente asociados.
En esta misma búsqueda de libertad, la música es re-definida como “expresión sonora”. Las herramientas tecnológicas, facilitan la manipulación de frecuencias y sonidos de todo tipo. Los materiales trascienden las estructuras, expandiéndose a todo el rango auditivo. El artista utiliza la infinidad de materiales y frecuencias audibles para el humano.
Otro de los rasgos característicos de este género artístico, tiene que ver con el lenguaje de las etnias y la pérdida total del texto implícito y la simbología profunda que supieron tener los Románticos en el siglo xix. La des-Nacionalización y la pérdida de identidad cultural ha llevado a los artistas a ser personas y a las personas artistas. Una conciliación clave entre el que contempla y es contemplado.
Inmersa en la “expresión sonora” se desarrolla la “música espontánea”: donde el compositor e intérprete es el mismo espectador consciente en el aquí y ahora. En otras palabras, el intérprete es el “ser” en actividad que encuentra musicalidad entre el acto y el eco-tecno-sistema. Estas obras son la expresión descontrolada de millones de personas en todo el mundo, que son en sí una obra de arte buscando armonía en la unidad.
Un ejemplo de expresión sonora es esta historia de Instagram de @elperrochaman:
https://www.instagram.com/stories/highlights/17846448056118693/
Los principales medios de expresión del arte y la cultura son las redes sociales y las plataformas digitales, las cuales se sincronizan para permitir festejos y expresiones simultáneas en todo el mundo.
Por otro lado, las artes se fusionan en entramados y texturas artísticas, dando lugar a un arte integral de “expresión del ser”, que abarca y fusiona de manera ilimitada todas las artes conocidas por la tribu humana de manera integradora.
Como ejemplo:
https://www.instagram.com/stories/highlights/17846448056118693/
La búsqueda de colores esta dando paso a una sociedad conciliadora que evita el negro y blanco. No van a todo o nada, va por los grises en principio, pero sin perder de vista la potencialidad de los colores, que tienen la particularidad de ser mezclas equilibradas de estos dos. Esto esta sustentado en el Tratado de Conciliación Humana; obra literaria que todavía no fue editada, pero que a partir de la conciliación del "ser" con el "no-ser" comienza un camino de aprendizaje. Pero esta vez, limpio de prejuicios y pre-conceptos transferidos previamente por cultura al ser humano. Todo juicio de valor, en tal caso, se da por la experiencia misma y la observación de las emociones en movimiento. Esto pone al artista en la experiencia misma. Dicha experiencia, contrariamente a la abstracción que proponen los Románticos, la expresión del ser y de los colores se da en el aquí y ahora. Esto implica una conciencia plena del uno y el todo a fines interpretativos y compositivos a la vez. Si bien lo que impulsa a estos artistas es la transmisión de las emociones, al igual que a los Románticos, la diferencia radica en que estas emociones son premeditadas y por ello viven todo el tiempo en el pasado, a diferencia del arte redefinid@ que vive en el aquí y ahora.
La literatura también se expresa en las redes. Las tipologias mutan y se sintetizan al máximo. La espontaneidad, herencia de versos de payadores y raperos perdió tanto su contenido que las palabras se desvanecieron victimas de los conceptos y la dialéctica. Solo queda el pensamiento expresado solo cuando vale la pena, y es tanta la belleza renovada a cada instante que cualquier acto especulativo y premeditado carece de total sentido. Como los bufones de la Edad Media, los "Artistas redefinid@s" son Artistas de tiempo completo y para ellos cada momento es parte de su única obra, "su vida".
Nueva raíz
La cultura del bien invita a ese proceso reflexivo. La distribución de los recursos y su control: ¿Responden a una idea de conservar y aprovechar?; las interrelaciones humanas: ¿Tienen como norte la concreción del máximo potencial de cada uno como motor para el desarrollo de tod@s ell@s juntos?; La utilización de los recursos que provee la tierra: ¿Se mecaniza con criterio de distribución justa?. Es la tarea que queda por delante, luego de la conciliación, repensar la sociedad en el aquí y ahora con la actualización de las raíces, el tronco y las ramas continuamente, y no aferrarse a estructuras que en todo caso tendrán que renovarse continuamente con el ser.